3.23.2009

Comienzo

Cuando al fin logró abrir la puerta, se percató que ya estaba adentro y que enfrente solo tenía la misma puerta para abrirla una y otra vez hasta el fin de los tiempos, entonces recordó que allí el tiempo, era circular y no supo que hacer, si detenerse a mirar la misma puerta por toda una eternidad o tener la esperanza de que podría salir y albergar esa esperanza hasta que algo diferente aconteciera. Decidió habitar el intersticio entre una puerta y la otra, la condena de abrir puerta tras puerta y verse frente a la misma puerta era intolerable en su mente, pero esta decisión aconteció una vez se vio en el desespero de abrir y cerrar una puerta y otra puerta y al fin del tiempo, fin que allí no existía, volver a cerrar la misma puerta y ya no pudo más.  ¿Qué hacer cuando estas en un lugar donde la puerta de entrada es la misma que la de salida pero ambas dan al mismo sitio? Pues nada, te sientas, esperas, te resignas, lloras, te mueres del miedo porque no sabes que pasará si dejas de abrir la puerta. Nunca se pierde del todo la esperanza.

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