La noche me lastima la mirada
orinando su oscuridad sobre mi pecho,
haciéndome lamer el sudor acumulado
entre las nalgas de la ausencia.
Se me pega a la piel como una náusea,
parasitario germen del regreso,
complejo de hongo,
saliva iluminada en el espejo.
Yo soy una imagen transgredida
y un espejo de la noche lastimada.
Soy la náusea del deseo ennegrecido,
el semen y el sudor entre tus nalgas.