7.02.2009

Venabierta

























ábreme las venas de esta melancolía

y vacíame el hastío de esta espera en carne abierta

duéleme las bocas nuevas e inventadas

hasta hacerme del hambre que me mata

de tanto urgarme y no encontrarte.

distentido el pero de este cuerpo

boquiabierta la herida suturada

en el camino de la sombra eyaculada,

buscame hasta dar con la morada

hasta dar tambien con la mordida

hasta que me duela en ti

y que te duelas en mi

e intercambiar lágrimas que giman

los secretos de la noche atormentada

los dolores del verso

del verbo

del cuerpo

y de las venas abiertas que me abren

a las nadas.




Delirio antes
























que te me duelas en la garganta
como una nueva herida develada
que te me vuelvas pez en busca de agua
y ser la saldiguera en que se moja tu muñón
que te me vuelvas algo en esta sed
que te me vuelvas
y entonces ya vuelto todo desde un algo
úrgame cuevas de carne, abismos de piel,
llagas viscerales.
anídame las heridas lampiñas
los sarcomas secos cual desiertos.
Úngeme
desde tu sudor y tu saliva
y vuélvete escalpelo deambulante
tajeando siempre al filo de la piel
la llaga inútil, la extremidad inconclusa
el hueco abierto en la garganta
el resquicio de los peces
que mueren en el desierto de mi cuerpo
buscando el agua.