admito haber construido de recuerdos el recuerdo
diseminado en semillas la nostalgia
por el sendero sin arar que llega hasta tu sombra.
cultivar es siempre una apuesta a la vida pero a veces
la melancolía es un toro que muge hacia la muerte
que hiere el suelo de la carne abierta en gajos
hasta ver florecida la memoria de la sangre.
a veces la nostalgia muere con el recuerdo de la piel
y se vuelve hora de echar las semillas junto al viento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario