7.31.2011

la espalda del que pesca



cuando todas las escamas sudan en una misma espalda
y comen de la sal que les regala el viento


cuando todos los erizos fugan a romperse
y no queda sino el recuerdo incrustado de la espina


cuando todo muerda vuelto boca hacia tu piel
vuelto anzuelo tenso desde un hilo y una mano


qué, sino más ojos camino a cegarse de luz llorando
camino a la fiebre curva de tu espalda
al rayo de sol que se enciende en la gota que naufraga
a besarte las heridas que se guardan para el sol


qué, sino una boca en busca de carnadas en tu pecho
sino una cúpula de sal negando arenas


qué, sino la fiebre que se pierde por tu espalda.