Junto a los pasos perdidos
todo se ha perdido,
no ha habido tótem ni tabú,
ni esperma ni fuente,
ni espera ni muerte.
Junto a los pasos perdidos
se suturó tu boca,
se oscureció tu vientre,
se derramaron las manos
que en cuerpos no cuerpos
serían no-natas caricias.
Junto a los pasos perdidos
todo se ha perdido,
menos un epitafio que lleva tu nombre
que sobrevive a mis murallas,
que se enuncia en mi boca
como un réquiem maldito
de una historia bendita,
junto a los pasos perdidos.